Si hay una cara sonriente en Roma es sin duda la de Gini Wijnaldum, escribe Marco Juric en La Repubblica. Los giallorossi regresaron de Lecce con un empate que frenó la racha de cara a la zona Champions. Pero el neerlandés difícilmente olvidará las emociones de la noche de Salento. Más o menos diez minutos de fútbol jugados con sabor a renacer: «Me sentí de nuevo jugador».
Ocho millones de euros fue el precio que fijó el pasado verano el PSG para rescatarle. Dinero que la Roma casi decidió apartar -tras la venta de Zaniolo- a la espera de entender la evolución física del ex Liverpool. Si de aquí a final de temporada vuelve Wijnaldum el gran campeón visto en la Premier, en Trigoria no tendrían dudas de iniciar el fichaje.
Otro asunto la negociación del contrato. El centrocampista gana actualmente unos 10 millones de euros (7 más 3 en bonos) con su salario repartido entre la Roma (5 millones) y el PSG. Con la compra total, será necesario un nuevo acuerdo a cifras claramente inferiores a las recibidas actualmente.
En la Roma no tienen dudas sobre su permanencia, sobre todo en caso de clasificación a la Champions League y confirmación de José Mourinho. Un estribillo doble demasiado conocido en Trigoria.