La Roma no estará sola en el estadio Grande Torino. Como en Tiraspol, cuando estuvo acompañada por unos 60 aficionados que llegaron a Transnistria a pesar de la prohibición de viajar establecida por la UEFA. Este domingos serán unos 500, casi todos residentes en el norte de Italia, los que ocuparán el sector de invitados, que sigue abierto a los no residentes en la región del Lazio cuenta Corriere dello Sport.
Como ya se sabe, se prohibió la entrada al estadio a quienes llegaban desde Roma en previsión de un posible cruce de autopistas con los aficionados del Napoli, a quienes también se les impidió viajar para el partido ante el Bologna: el precedente del año pasado con los enfrentamientos en la estación de servicio de la autopista Badia al Pino, el mismo lugar donde Gabriele Sandri fallecido en 2007 hincha de Lazio, sugirió una medida que evitaría una secuela muy peligrosa.
Por tanto, faltarán los grupos organizados de la Curva Sud, pero se garantizará cierto apoyo a la Roma. Además, ayer por la tarde muchos aficionados acudieron al hotel donde se hospeda el club el cual estuvo fuertemente protegido en el centro para pedir fotos y autógrafos.