La Roma estaría buscando un nuevo hogar para Tammy Abraham. Es el primer jugador que el director deportivo Ghisolfi planea vender para crear la revolución en ataque asegura este viernes Corriere dello Sport. La evaluación refleja un análisis técnico, financiero y de carácter que la empresa ha realizado internamente: después de un año casi desperdiciado por la lesión, Abraham representa un coste excesivo para nomina con un salario de casi 6 millones netos (aunque amortizados por el decreto de crecimiento que sigue siendo válido para él) y no constituye una garantía de rentabilidad para el futuro.
¿Adónde puede ir Abraham? En su Inglaterra natal, probablemente, donde ese salario está al alcance de muchos clubes y donde su popularidad no se ha visto empañada por un par de temporadas infelices. El año pasado, antes de la terrible lesión ante el Spezia, prácticamente iba a ser vendido al Aston Villa por 40 millones. Hay que recordar, sin embargo, que la Roma todavía debe pagar dos cuotas exigentes al Chelsea, según los acuerdos estipulados en 2021: todavía están en juego unos 20 millones, que posiblemente se desviarían a Londres en caso de venta. Queda por ver cuánto vale Abraham ahora. Ciertamente no 40, pero tampoco 30.
Ante una oferta de 22-25, la Roma está dispuesta a negociar, porque supondría una pequeña plusvalía (lo ideal sería antes del 30 de junio por el fair play financiero) y porque salvaría los dos últimos años de contrato. saldando la deuda con el Chelsea. En ese momento, Ghisolfi retomaría el contacto con el entorno de Jonathan David, el delantero centro canadiense que ya ha anunciado que no quiere renovar su contrato con el Lille, que expira en 2025. Nacido en 2000, muchos clubes europeos siguen David y hoy él no cuesta menos de 40 millones pero la Roma está ahí. Después de la Copa América intentará comprender si el acuerdo puede ser «sostenible», adjetivo muy apreciado por los Friedkins.
El salario es alentador: David gana alrededor de 1,5 millones, es decir una cuarta parte que Abraham, pero viene de dos campeonatos en los que marcó 43 goles en total. Además, Fonseca lo propuso al Milan y el Napoli también pensó inicialmente en él como un posible heredero de Osimhen.
