La Roma no se cansa de coger ticket para las citas con la historia. Hoy, de nuevo, en medio de un clima semi-helado en tierras teutonas, las pupilas de Alessandro Spugna han puesto un ladrillo más en los cimientos de una historia, destinada a lograr grandes metas.
Sin el cartel de favoritos, y con un Bayern de Munich en una forma brillante, más si cabe tras la victoria frente al Wolfsburgo de hace un par de jornadas, las capitalinas visitaban Munich con muy poco que perder. Un cartel, que no ha sentado para nada mal a las campeonas de Italia.
Tras el arreón inicial del Bayern, uno de los equipos más peligrosos de Europa cuando se juega a ritmos elevados, el equipo de Spugna plantó cara, y de qué manera, a un Bayern que aún no ha perdido en su estadio. De hecho, las teutonas, hasta la fecha, solo habían acumulado victorias en casa, hasta hoy.
Dos goles de las germanas, uno tras una polémica jugada donde la Roma reclamaba de fuera de juego de Dallman, que si bien no toca la pelota, interfiere directamente estableciendo contacto con Camelia Ceasar, y un gol en propia de Elena Linari, parecían condenar a una Roma que, como la ciudad, no iba a ser fácil de destruir.
Evelyne Viens antes de la hora del partido, y Manuela Giugliano al 92’, héroe, de nuevo, de un equipo que quiere soñar, acabaron de decorar un partido que quedará grabado siempre en la historia del equipo italiano. Dos jugadas, con la misma protagonista: la 10. La internacional italiana cuajó un brillante partido, otro más, con gol, asistencia y 5 robos, para coronarse como MVP indiscutible de esta contienda.
