Las necesidades son algo comunes a todos los equipos: Covid ha legado cuentas que no permiten a los hombres del mercado de fichajes gastar y repartir, sino que los llevan a buscar soluciones de bajo costo, de hecho si es posible sin costo escribe Alessandro Baretti en Tuttosport.
Y así entre los clubes todo se trata de permutas, préstamos o como mucho con derecho de rescate. Un ejemplo proviene de las conversaciones permanentes entre Torino y Roma. Los giallorossi están entre los clubes que, para comprar, primero deben vender un estribillo habitual, en la granada pero también buscan un centrocampista.
Entre los perfiles seguidos por el conjunto capitalino está el de Sasa Lukic. El coste de la ficha del centrocampista ronda los 15 millones de euros, en línea con el valor de un punto fijo de Toro y la selección serbia. En Qatar disputó los tres partidos en los que participó la selección de Stojkovic, eliminada tras la derrota ante la Suiza de Rodríguez en el tercer partido del grupo.
La Roma por su parte tiene en su plantilla un defensa que tiene unos costes similares a los necesarios para comprar a Lukic: Marash Kumbulla, central de tan solo 22 años, fue contratado en 2020 por 13,5 millones más 3,5 en bonus. La propuesta de Roma es coherente con el discurso inicial, la respuesta de los granatas también. Cairo y Vagnati están interesados en Kumbulla y no bloquean a Lukic, al contrario, pero quisieran recibir al primero cedido con derecho a compra, vendiendo al segundo por algo de cash.
A lo sumo, los giallorossi pueden obtener un préstamo con la obligación de comprar Kumbulla, lo que le permite a Toro posponer el pago del defensa. Shomurodov no puede ser el atacante capaz de cambiar el equilibrio de la negociación. También porque también en este frente la intención de la Roma es clara: monetizar de forma inmediata, o mediante el habitual préstamo con obligación.