La Roma ha redescubierto un gran recurso: el Estadio Olímpico. Hasta ahora la media de asistencia de público solo ha sido inferior a la del Inter. Con repercusiones proporcionales en la clasificación: la Roma es segunda en cuanto a puntos sumados como local, -2 respecto al Inter que, sin embargo, ha jugado un partido menos en San Siro.
Pero la participación de la afición giallorossi sigue creciendo: para la vuelta de los cuartos de final de la Conference League, prevista para el 14 de abril ante los noruegos de Bodo/Glimt, ya se han vendido más de 43.000 entradas, de las cuales 20.000 solo el martes en el día inicial de la venta libre de boletos. A estas horas, las entradas al estadio son casi imposibles de encontrar en la web, pero hay una razón: el cluj tuvo que esperar a la ampliación oficial del aforo al 100%.
Los resultados desencadenan un circuito positivo también en la taquilla, considerando solo los datos de la Serie A: a pesar de un partido disputado a puerta cerrada (Roma-Cagliari: 5.000 abonados sorteados), el límite del 50 por ciento para Roma-Juventus y 75 por ciento ante Lazio, Lazio y Milan, la empresa ya facturó 13.311 millones, justo por debajo del mejor resultado de los últimos cinco años, que es del campeonato 2018/19 (13.152 millones) según los reportes de Corriere dello Sport.