«No queremos parar». Con tres palabras, el técnico Alessandro Spugna dibujo de la forma más eficaz el inicio de campeonato de su Roma. De hecho, cabría preguntarse cómo se detiene el equipo femenino Giallorossi. En los primeros 8 partidos del campeonato ningún rival ha descifrado a las capitalinas y el camino ha está despejado. Primera plaza con pleno de puntos y líder en solitario en la Serie A para esta Roma vigente campeona que sólo sabe ganar, desde el primero hasta el último partido disputado ayer (2-0 contra el Sassuolo, goles de Giugliano y Kumagai).
El equipo de Spugna no contempla caras cortas, sabe difundirse pero también gestionarse cuenta este lunes el diario Corriere della Sera. La victoria de ayer llega después del primer partido de la Liga de Campeones Femenina, pero el cansancio no hizo flaquear a la Roma, acompañada de una buena dosis de satisfacción, ya que la remontada (2-2) contra el Bayern de Múnich trajo más moral que achaques. La Copa volverá el próximo jueves, con el partido contra el Ajax y con una novedad muy esperada: la Liga de Campeones se jugará por primera vez en Tre Fontane, la casa del equipo femenino que la temporada pasada se vio obligada a trasladarse a Latina; Sólo los cuartos de final contra el Barcelona se jugaron en un estadio olímpico de récord con 39.454 espectadores de pago.
Las obras de adecuación están prácticamente finalizadas, desde las torres de iluminación que se esperan desde hace 8 años hasta el resto de estructuras que no cumplían los requisitos de la UEFA hasta hace 12 meses. Ahora sí, y será otro momento para recordar en la historia de un equipo en el que los propietarios siguen invirtiendo y al que la afición sigue con ilusión: las 2.000 entradas para el debut del jueves se vendieron en menos de 24 horas.