La Roma Femminile también se verá obligado a jugar partidos fuera de casa en el grupo de la Liga de Campeones. La histórica clasificación para la competición de clubes más prestigiosa de Europa regala a las giallorosse muchas sonrisas y un toque de amargura. El «mítico» Tre Fontane, de hecho, no cuenta con todos los requisitos necesarios para albergar partidos de Champions: sobre todo no hay iluminación, algo imprescindible para partidos nocturnos como los de este torneo. Y por lo tanto no hay otra solución que jugar en otro lado.
«Estamos amargados – explica Ugo Pambianchi, presidente de Ati Tre Fontane a Il Tempo- durante casi siete años hemos estado esperando la luz verde para poder instalar las torres de iluminación del estadio«.
La causa, como suele suceder, parece ser la burocracia. “Esta mejora está prevista por la licitación que ganamos – continúa Pambianchi – y para el proyecto que presentamos en 2018, la Conferencia de Servicios había dado una opinión positiva. El parón del programa nos ha causado enormes problemas”.
Con la esperanza de que tarde o temprano la situación pueda desbloquearse, la Roma femenina tenía entre tanto buscar una solución y tras evaluar varias hipótesis, la elección recayó en el estadio Domenico Francioni de Latina. La idea del Olímpico se descartó por motivos de una agenda demasiado apretada tanto para la Roma como para la Lazio.
El OK de la US Latina Calcio 1932, cuyo primer equipo milita en el Grupo A de la Serie C, cerró el asunto. La UEFA ya ha realizado una inspección y emitido su dictamen favorable, aunque será necesaria alguna intervención para obtener la autorización definitiva. Entre ellos, un extraordinario mantenimiento del césped.
