El problema de la Roma es la nomina salarial. No tanto porque sea alta (y lo es), sino porque los millones que se reparten anualmente no corresponden a beneficios equivalentes a los salarios, escribe Gianluca Lengua en Il Messaggero. ¿Un ejemplo? Karsdorp. El neerlandés gana 2,2 millones anuales (contrato ampliado y ajustado por Tiago Pinto hasta 2025), pero su rendimiento está muy por debajo de las expectativas. Además, el salario es una de las principales razones por las que fue difícil buscarle acomodo en el mercado.
El verano que se avecina, sin embargo, se llevará una serie de elementos por fin de sus prestamos o contratos vencidos que bajarán sensiblemente el importe de los salarios, dejando casillas abiertas para llenar con jugadores más funcionales al proyecto y menos costosos (joven, capaz, sano y con futuro). Listos para decir adiós están: Karsdorp, Rui Patricio (3 millones), Huijsen (800 mil euros), Llorente (2,7), Kristensen (2), Spinazzola (3), Renato Sanches (3,6), Azmoun (1,7) y Lukaku ( 7.5). El ahorro total sería de aproximadamente 24 millones netos. S
ueldos que luego se repartirán para cubrir las casillas que faltan, por tanto, un segundo portero (Svilar se quedará pero cuyo salario aumentará), al menos un par de defensas, dos extremos, un centrocampista y un par de atacantes. Además, la dificultad será encontrar alternativas (en algunos casos) mejores que las que se van, para utilizarlas de forma continuada durante la temporada. Renato Sanches fue un fracaso anunciado que contribuyó a arruinar la temporada, obligando primero a Mourinho y luego a De Rossi a exprimir a los centrocampistas titulares.