Una primavera para conseguir los objetivos sobre el césped, un verano para convertir a la Roma en un equipo capaz de competir más alto. Tiago Pinto espera, con el consentimiento de Mourinho, para cambiar varias piezas de la plantilla en un mercado que no será fácil según escribe Alessandro Austini en Il Tempo.
Pero todo tendrá que enmarcarse en un presupuesto aún no definido y, sobre todo, tendremos que volver a tratar con la UEFA y sus reglas financieras. La Roma forma parte de la treintena de clubes convocados en Nyon para explicar el plan con el que pretenden caer en los límites del «fair play», que cambiará próximamente sus parámetros introduciendo un techo de gastos en relación con los ingresos de las empresas. Milan e Inter ya han sido escuchados por la UEFA, la audiencia de los giallorossi se ha pospuesto dos veces pero se realizará en breve.
Mientras tanto, Tiago Pinto estudia con Mourinho los objetivos y los jugadores que se pueden pagar, porque esta vez la Roma no solo comprará sino que venderá, para aumentar su poder adquisitivo y sustituir a algunos de los actuales titulares por otros más funcionales al proyecto. De Zaniolo a Veretout, de Cristante a El Shaarawy, la lista de nombres transferibles contiene nombres más o menos excelentes, pero aún no hay nada decidido y dependerá de las ofertas.
Sobre Zaniolo hay un fuerte interés de la Juventus, convencida de que pueden llevarlo a Turín. Además de hablar con su agente (llevan semanas haciéndolo), los bianconeri tendrán que presentar una propuesta que empuje a la Roma a sacrificar su joya: al menos 50-60 millones, para empezar a hablar de ello. También está en la ventana el Milan, que mientras tanto apunta a confirmar a Florenzi.
En cambio, el agente de Cristante, Beppe Riso, recibió un mandato para vender a su cliente (17 millones el precio fijo) que no tiene la intención de renovar el contrato que vence en 2024. Misma situación que Veretout, rechazado por Mourinho: el francés tiene poco mercado actualmente, al igual que en Italia, el Napoli y el propio Milán son los posibles pretendientes pero de momento no se han pronunciado.
Mientras tanto, el director general voló a París el lunes pasado, un viaje de ida y vuelta de un día para una reunión ultrasecreta del mercado de fichajes. La presencia en el aeropuerto de Fiumicino al mismo tiempo que Mourinho, que regresaba de un viaje personal, fue aleatoria.
El ex del Benfica, que no se habría reunido con el PSG, lleva mucho tiempo tras la pista de Renato Sanches, el centrocampista portugués del Lille dirigido por el mismo agente que Mourinho. Tiene solo un año de contrato con los franceses que tienen que hacer un par de ventas para saldar cuentas y pedir 15-20 millones por Sanches, el dueño Alessandro Barnaba es un hombre muy cercano a los Friedkins: en definitiva, los ingredientes para una negociación están todos ahí. Mientras tanto, la Roma quiere extender el contrato de Mkhitaryan por al menos una temporada más. Comienzan las negociaciones con el agente Mino Raiola
