Cinco días libres, cinco días de reflexión. Ayer José Mourinho ordenó liberar al equipo, dando cita a los jugadores para el próximo martes en Trigoria. Así, Chris Smalling, que no figuraba entre los 14 internacionales de la Roma, ha podido aprovechar para tomarse unas breves vacaciones en las que hablará del futuro con su familia y con su agente. Mientras tanto, el domingo 2 de abril celebrará su aparición número 100 en la Serie A como único titular disponible en defensa: de hecho, ante la Sampdoria será una emergencia total.
La situación es bastante clara: el contrato está a punto de expirar y puede ser renovado unilateralmente por una temporada por Smalling a las mismas cifras actuales (hablamos de casi 4 millones incluyendo bonus fáciles). Pero por lo que ya ha entendido Tiago Pinto, ese derecho no se ejercerá. Simplemente porque Smalling pidió negociar un nuevo acuerdo para firmar. Y la Roma está parcialmente dispuesta a complacer sus demandas cuenta el periodista Roberto Maida en el diario Corriere dello Sport. El club hace algunos días presento una nueva oferta al central; es de dos años por valor de 3,5 millones anuales, incluidas primas individuales y de equipo. Una oferta acorde con el sueldo actual y con las peticiones del jugador, que quería dos años de contrato tras no ejercer la cláusula de renovación automática.
Tiago Pinto quedo quemado por el caso Mkhitaryan, que el año pasado desde un punto de vista formal y sustancial estaba en la misma situación que Smalling. De palabra parecía dispuesto a quedarse en la Roma pero cuando recibió la propuesta del Inter, que le daba un sueldo similar y la vitrina de la Champions, se despidió del equipo al día siguiente de la final de Tirana. Desplazando al propio Tiago Pinto que unos días antes había asegurado, en una de sus memorables entrevistas, que sabía «al cien por cien que es mentira que Mkhitaryan esté hablando con el Inter». La derrota técnica, enfureció mucho a Mourinho, está a la vista de todos. No hay un jugador en Roma hoy capaz de cambiar el ritmo y la calidad en el centro del campo. Bueno, Smalling puede ser aún más importante por lo que representa en términos de liderazgo en defensa. Habiendo recuperado una buena condición física y una fiabilidad que ya había alcanzado en los primeros años en Roma, es uno de los jugadores menos reemplazables de toda la plantilla. Si se fuera dela Roma en una transferencia gratuita, obligaría a los Friedkins a abrir su billetera para invertir en otro defensor. Esa es razón suficiente para no perder el control de él aunque Tiago Pinto, por supuesto, está obligado a vigilar la masa salarial: no es en gente como Smalling que hay que ahorrar dinero.
Smalling también ha dicho públicamente que quiere quedarse. Y es sincero. Después de abandonar el Manchester United y la Premier League, echó raíces en su villa en Appia Antica y se integró maravillosamente en la ciudad. Pero como profesional elegirá la solución más conveniente, ya que firmará el último gran contrato de su carrera.
Es la misma duda que tiene otro gran futbolista de la Roma, Nemanja Matic, que automáticamente podría renovar su contrato anual pero primero quiere conocer el futuro de la Roma y, sobre todo, de Mourinho. La eventual clasificación en Champions puede ser un motivo más para seguir pero no es un elemento decisivo. Lo que los jugadores importantes quieren saber, en la parte superior de la lista está Dybala, que tiene una cláusula de liberación, es si todavía existe la base financiera y corporativa para un aumento. Cuando las intenciones de Mourinho estén más claras, las incertidumbres dentro del equipo también se resolverán.
