Tras el fallo del TAR que rechazó el recurso presentado por los Comités contrarios al nuevo estadio declarándolo inadmisible, no hay consecuencias directas sobre el proyecto. La Roma espera concluir este mes la primera fase de las excavaciones, es decir, todos los estudios geológicos y parcialmente los arqueológicos. Y para retomar la segunda, casi exclusivamente arqueológica, en septiembre. Durante el verano, sin embargo, comenzarán los análisis de muestras de testigos, es decir, aquellos ensayos que permitan establecer el tipo de subsuelo y calcular los parámetros necesarios para la construcción de los cimientos de los edificios.
En cuanto al calendario, hay dos posibilidades: acelerar la redacción del proyecto definitivo aún sin haber finalizado todas las prospecciones arqueológicas o esperarlas y luego proceder. En el primer caso la versión definitiva podría llegar a principios de otoño, en el segundo la hipótesis es que el proyecto podría llegar al Capitolio a finales de año. Independientemente de la fecha de entrega, existen algunos pasos obligatorios antes de ver las topadoras en acción cuenta el diario Il Messagero.
Luego de haber presentado el proyecto, las oficinas municipales realizarán una verificación inicial sobre el cumplimiento de las disposiciones emitidas por el Municipio y contenidas en la resolución de interés público; posteriormente se nombrará al representante del Capitolio en la conferencia decisoria de servicios y tras la votación pasará a la Región. La conferencia examinará en detalle todas las soluciones adoptadas por Roma y cualquier aprobación constituirá la luz verde para los trabajos.
