En un principio la relación entre él y Josè Mourinho había sido cuestionada por el pasado en el Manchester United, pero esta temporada el técnico no se dio por vencido con Henrikh Mkhitaryan. El armenio renovó su contrato con la Roma hace un año, pero ahora vuelve a tenerle a pinte fe terminar.
Todas las partes, el club giallorossi, jugador y entrenador, parecen querer el mismo epílogo: la renovación del centrocampista ofensivo. Pero mientras espera que el club de los Friedkin reanudara las conversaciones sobre la renovación del contrato de Mkhitaryan, el Inter salió interesado en hacerse con él, escribe Davide Stoppini en La Gazzetta dello Sport.
En Trigoria, sin embargo, hay optimismo, tanto como para sugerir que la renovación puede anunciarse ya después de la final en Tirana. Aunque el armenio le costará caro: la petición es de 4 millones de euros por temporada en un contrato bienal y la Roma, salvo catástrofes en este final de temporada tanto en Liga como en la Conference League, está dispuesta a satisfacerle.
Quienes le representa -falleció Mino Raiola- se aseguraron de que su ‘expediente’ acabara en la mesa del Inter, pero no sólo -también está el Napoli-. Nada más que una charla hasta ahora, ninguna oferta de los nerazzurri, pero lo piensan. Y el reconocimiento al equipo de Inzaghi llegó a oídos del ex Arsenal.
La próxima semana, al final del campeonato, Inzaghi y los directivos se reunirán para una cumbre de mercado que deberá aclarar las prioridades y las oportunidades en las ideas. De hecho, Mkhitaryan cae en la última categoría.