La Roma desperdició esta jueves otra gran oportunidad y empató 1-1 a domicilio ante el Servette. Al mismo tiempo, Slavia Praga logró, en la última acción del partido, vencer al final al Sheriff, ampliando así su ventaja a +2 sobre los Giallorossi en la cima de la tabla.
Con estos resultados, alcanzar la primera posición en el grupo se ha vuelto realmente difícil para el equipo de Mourinho, que en la última jornada del grupo tendrá necesariamente ganar al Sheriff y esperar que pierdan los checos.
Y no solo eso es suficiente, de hecho, si los rojiblancos empataran en casa contra el Servette, la diferencia de goles (ahora de +4) todavía les dejaría por delante y sólo una goleada (ganar por diferencia de 5) de la Roma reavivaría las esperanzas.