Tras la cancelación final del proyecto Tor di Valle, la Roma quiere tranquilizar al gobierno local: «Queremos construir el nuevo estadio».
Así se informaba en la edición romana del diario La Repubblica, que resume así dos cartas entregadas al Ayuntamiento por el CEO Guido Fienga. Las dos notas surgen en respuesta a las aclaraciones solicitadas por el Capitolio, confirmando también el divorcio definitivo entre el club y Eurnova, tras el tira y afloja del último período.
«El club giallorosso quería confirmar la voluntad de intenciones con el Ayuntamiento de Roma. Renovamos nuestra voluntad de iniciar un diálogo serio y fructífero con esta administración para evaluar conjuntamente nuevas hipótesis y nuevos proyectos en interés de Roma, sus ciudadanos, el club deportivo suscrito, todos sus accionistas y aficionados», declaró Fienga.
La situación económica actual juega su papel y, ciertamente, ha contribuido al declive del proyecto anterior. Sin embargo, la Roma mira más allá de la pandemia: la idea es construir un estadio, sin edificios de oficinas ni rascacielos, busca un inmueble que conste únicamente de una instalación para 40.000 espectadores, casi la mitad del Estadio Olímpico actual (unos 73.000).
.RPR.