El Consejo de Administración de la Roma se reunió este viernes y aprobó el informe semestral cerrado el 31 de diciembre de 2021. El resultado ve un «rojo» en las cuentas de 113,7 millones tras los seis primeros meses de balance: los ingresos fueron de 82,3 millones, los costes en 132,1, las amortizaciones y saneamientos pesan 45 millones, mientras que la gestión de jugadores en el mercado de fichajes tiene un resultado global negativo de 6,8 millones según los reportes del diario Il Tempo.
Respecto al año anterior, es difícil hacer comparaciones exactas dado que en los primeros seis meses del ejercicio 2020/21 (debido al Covid) se jugaron partidos de la temporada anterior, hecho que afecta a casi todas las partidas del informe. Los ingresos crecientes son obviamente los de las competiciones dada la reapertura de los estadios, mientras que los de los derechos de televisión caen drásticamente por el discurso ligado a la pandemia y el aplazamiento de los partidos.
En concreto, la participación en la Conference League generó unos ingresos de 11,9 millones. Por otro lado, los gastos de personal, ascienden a 88,7 millones de los 132,1 totales, pesan sobre los costes totales. Los fondos propios consolidados de la Roma son negativos en 235,4 millones de euros y la ampliación de capital de 460 millones de euros ya ha visto desembolsar por los Friedkins 395,4, de los cuales otros 7,5 fueron pagados en febrero de este 2022. La deuda financiera neta consolidada al 31 de enero de 2022 asciende a a 311,1 millones de euros.