La Roma no perdía un partido en casa en la fase de eliminación directa de una competición europea desde el lejano 23 de febrero de 2017. Aquella Roma estaba entrenada por Luciano Spalletti y fue condenada por un gol de Rafel Santos Borrè en partido ante el Villareal. En ese partido también se produjo la expulsión de Antonio Rudiger.
Desde aquella época el Olímpico es una fortaleza inexpugnable, como bien saben muchos grandes clubes europeos. Sólo por nombrar algunos: el Barcelona que fue derrotado por 3-0, el Liverpool que perdió por 4-2, el Manchester United que fue derrotado por 3-2 y muchos otros. Hasta ayer por la tarde, los Giallorossi contaban con un balance de 17 victorias y 2 empates en casa cuenta el portal ForzaRoma.info.
Sin embargo, la racha fue interrumpida por los goles de Wirtz y Andrich en el Roma-Leverkusen. Una nota que podría complacer a los amantes de las supersticiones, pero cuando en 2017 la Roma cayó derrotada en casa, logró pasar a la siguiente ronda. Quizás sea un buen augurio.