Cuarto intento, hoy en Cagliari, de volver de un partido fuera de casa con los tres puntos. La Roma aún no ha logrado ganar en lo que va de liga fuera del Olímpico: derrotas muy duras ante Verona y Genoa, empate en Turín contra los Granota. Lo que supone sólo un punto fuera de casa. Y penúltimo puesto en la clasificación especial, por delante del Empoli (0) y a la par de Cagliari y Salernitana (1). Con tres goles marcados y siete goles marcados.
Un resultado pobre, en definitiva, rápidamente certificado por la clasificación general que sitúa al equipo de Mou con 8 puntos después de siete jornadas. La victoria fuera del Olímpico es un recuerdo muy lejano. Baste decir que los últimos tres puntos en el campeonato se remonta al 8 de abril (Torino-Roma 0-1, peor cifra del milenio). Además, cabe recordar que en 2023 los Giallorossi ganaron sólo 3 veces en 19 partidos fuera de casa (incluida Europa) (nueve derrotas), marcando sólo 16 goles.
¿Entonces el mareo durante el viaje? ¿Cómo negarlo? ¿Es una cuestión de juego, de jugadores, de estrategia, de táctica? Un poco de todo, obviamente. En realidad, a juzgar por los lentos avances en Italia, los romansitas sufren un malestar general, que tiene múltiples causas y múltiples culpables. Cagliari, último en la clasificación y todavía a la caza de su primera victoria, parece ofrecer al grupo de Mou la oportunidad ideal para romper la tradición negativa. Como es habitual, todo dependerá más de la propia Roma que del rival.