Un hombre atento a los recuerdos y a los números como José Mourinho, factor ampliamente demostrado con motivo de su partido número mil, celebrado con mucho correr desenfrenado bajo la Curva Sud, en el desafío que ganó al Sassuolo, es impensable que se olvide del primer partido de Serie A como técnico de la Roma: fue el 22 de agosto de 2021, en el Estat Olímpico, el Special One comenzó la temporada venciendo 3-1 a la Fiorentina.
260 días después, extrañeza temporal por el calendario asimétrico, amarillo, rojo y morado vuelven a la cancha, pero con un camino bien definido a sus espaldas. Casi un play-off, un verdadero match-point para que la Roma se asegure un lugar en Europa la próxima temporada, la última oportunidad de la Fiorentina para volver a jugar en la copa. José Mourinho quiere gestionar con inteligencia la aproximación a la final de la Conference League, pero tiene que lidiar con la importancia del desafío: ser derrotados por los Violas pondría todo de nuevo en juego y obligaría a la Roma a la prórroga incluso en las dos últimas jornadas del campeonato escribe Andrea Di Carlo en La Reppublica.
El portugués se aferra una vez más a los números del pasado: en los 7 anteriores enfrentamientos de su carrera nunca perdió ante la Fiorentina pero en el Franchi solo ganó en Copa de Italia. Intentará así disipar el tabú en liga, tratando de explotar el marcador positivo con el que pueden contar los giallorossi en Florencia: en los últimos 20 cruces entre los dos equipos, solo 3 victorias de los locales, frente a 14 victorias de Roma y 3 sorteos.
Pero cualquiera que piense que se verá una Roma B en el campo está groseramente equivocado. Frente a Rui Patricio, Kumbulla ocupará el lugar de Ibáñez, componiendo la defensa con Smalling y Mancini. En la mediana Karsdorp a la derecha, Veretout arranca con Cristante, haciendo descansar a Sergio Oliveira, El Sha dispuesto a dejar respirar a Zalewski (con la carta de Spinazzola para jugar partido en curso).
En ataque Félix y Carles Pérez luchan por una camiseta de titular para completar el once con Pellegrini y Abraham: el inglés terminó el partido de copa agotado pero apretará los dientes. Banquillo para Zaniolo, que tiene muchas ganas de volver a marcar, algo que le falta en Liga desde el 23 de enero, cuando marcó en el partido ante el Empoli.