Una última pasarela para muchos, pero no para Mile Svilar. El domingo ante el Milan, el portero intentará volver a proteger una portería que no sufre la vergüenza de un gol en casa desde el 6 de marzo (ante la Juve) y que no conoce la derrota desde el pasado 2 de diciembre ante el Atalanta.
El mérito sobre todo – escribe Francesco Balzani en La Gazzetta dello Sport – corresponde al belga de origen serbio. Manos que se enderezarán los guantes al final del campeonato para coger el bolígrafo y firmar definitivamente la renovación con la Roma. De hecho, las partes se han acercado significativamente en los últimos días, impulsadas también por la aceleración de Dan Friedkin, que habló largamente con Svilar en Trigoria. La oferta de los Giallorossi se acerca a los 4 millones solicitados, quedando por definir la duración de cinco años y la cláusula: el entorno pide 40 millones, el club pretende aumentarlos.
El sacrificado para el verano, en caso de no clasificarse para la Champions, podría ser Evan N’Dicka que gusta a varios clubes incluido el Real Madrid. Mientras el Como presiona por Bryan Cristante.