En el «cara a cara» entre entrenador y jugadores que tuvo lugar ayer en Trigoria, Edin Dzeko jugó un papel importante. No solo porque es el capitán de la Roma y fue el primero en hablar para mediar sobre el despido de Gombar, sino también porque su relación con Fonseca ha llegado al mínimo. Según informa La Repubblica, los dos lo han pasado mal desde el pasado mes de agosto, cuando los Giallorossi fueron eliminados por el Sevilla en la Europa League y donde el bosnio no estuvo de acuerdo con las decisiones tácticas del técnico, hasta el punto de que ahora en Trigoria nadie hace nada por disimularlo. Y no es ningún secreto que Fonseca habría estado de acuerdo con la decisión de la directiva de su venta para dejar espacio a Milik.
Y luego, según lo informado por el periodista Piero Torri en vivo en las frecuencias de Teleradiostereo; «el nuevo problema comienza en las gradas del Olímpico durante el partido ante Spezia por la Coppa, continúa en el paso subterráneo. Dzeko se enojó con un miembro del personal, luego la discusión se extendió con Fonseca. Ahora el jugador está fuera del equipo y incluso peligraría su grado de capitán. Intentarán remontar esta situación parece ser muy complicado«.
En resumidas cuentas la exclusión de Edin Dzeko del partido de mañana contra el Spezia, por Serie A, oficialmente por lesión, parece tener motivos mucho más graves, ligados a una disputa que se produjo justo al final del partido de la Coppa Italia ante los de Liguria.
