De Tiago Pinto se puede decir todo pero no que no fuera (es) un trabajador incansable. Al llegar a la Roma en enero de 2021, fue inmediatamente obligado a encerrarse en el hotel porque, según los parámetros italianos, era positivo al Covid, pero no para los portugueses, por lo que se le permitió salir pero luego se le obligó a no salir de la habitación unos pocos días. Esto es para dejar claro que su aventura con los Giallorossi quizás no había empezado de la mejor manera.
Sin embargo, desde que pisó Trigoria por primera vez, quedó claro para todos que Tiago, a pesar de su corta edad (36 años entonces), tenía las ideas claras cuenta Jacopo Aliprandi en la versión web del Corriere dello Sport. Muy claro. En estos tres años trabajó día y noche, en el verdadero sentido de la palabra, hasta el punto de que a veces cerraba las puertas de Trigoria antes de regresar a casa, en la zona del Aventino, cuando todos dormían. En su oficina hay dos pizarras, un PC enorme, una máquina de café y poco más. Porque a Tiago no le interesaba aparecer, le interesaba ser. ¿Qué? Mucho más que un director deportivo, tanto es así que nunca ha tenido la titulación.
Director general, sí: todo el área deportiva estuvo bajo su protección, tomó decisiones fuertes, algunas muy acertadas, otras no tanto. Dio mucho valor al departamento femenino, promoviendo a Betty Bavagnoli del campo al escritorio (y los resultados fueron excelentes), se centró en el modelo Benfica para el sector juvenil, creando un grupo de trabajo que ayudó a los jóvenes de la Primavera en el adaptarse al primer equipo y el profesor Vergine (hoy en el Milan )fue una de sus contrataciones estrellas para las inferiores, luego apuesta en Gianluca Gombar. El ex Team Manager del primer equipo que, a su pesar, fue protagonista de los seis cambios contra el Spezia con Fonseca, ha ascendido: se ocupa de la UEFA y es el jefe del equipo juvenil. Sólo el tiempo dirá si esta elección es acertada o no, pero mientras tanto Tiago, a pesar de tener en casa a gente como Bruno Conti y Alberto De Rossi, ha tomado otras decisiones. Y, hasta hace unos meses, parecía muy sólido. Hoy, sin embargo, llegó la noticia de su salida.
¿Cuales son las razones? Dicho esto, parece seguro que Tiago Pinto se ha movido para intentar ir a la Premier League o a Arabia, el directivo portugués tuvo una mala experiencia con la llegada de Lina Souloukou, que nunca fue sólo una responsable administrativa. Le encanta el fútbol y eso es lo que quiere hacer a 360 grados. Y esto, claramente, a pesar de que las relaciones personales son buenas, ha creado una fractura. Buenas relaciones personales también entre Pinto y Mourinho, pero luego el vínculo sobre el terreno de juego es otra cosa.
Y está claro que Pinto ha sufrido mucho por la (justa) importancia que se le da a Mou cuando se trata de Dybala o Lukaku mientras se le culpa de los fracasos de Shomurodov y Viña, por poner un ejemplo. De carácter anguloso, difícil de alcanzar salvo para algunos elegidos, Pinto rescindió su contrato con la Roma pactando los últimos cuatro meses de salario. Le dio la vuelta a Trigoria y merece crédito por esto, así como merece crédito por ser el gerente que reabrió la junta directiva de los Giallorossi. Gracias a Mourinho, evidentemente, y a sus jugadores, de los que hoy se ha despedido. Emocionado pero, dicen, también aliviado. La presión de Roma lo agotó, al igual que los numerosos enemigos que a menudo veía a su alrededor.
