La revolución de la Roma comienza realmente en Génova, donde hace un año en estos tiempos la confianza entre Mourinho y los Friedkins se desmoronó: es la cuarta jornada pero es como si fuera la primera para De Rossi, que puede insertar otras piezas llegadas del el mercado empezando por Mario Hermoso. Hummels, en cambio, tendrá que esperar al menos una semana más y quizás debutar ante el Udinese en el Olímpico.
Sí, pero ¿cómo son los otros nuevos? El único que preocupa es Artem Dovbyk, que todavía busca su primer gol en la Serie A cuenta Corriere dello Sport. Salió lesionado del partido contra la Juventus, tanto que Ucrania lo envió a casa después de examinarle. Así, contra el Genoa de su amigo Malinovsky podría estar en el banquillo o incluso descansar: no tiene un problema especialmente grave pero es mejor no apresurarse con seis partidos por afrontar en cuatro semanas.
Si Le Fée también jugara, sería un centro del campo francés en dos tercios y casi completamente nuevo. Porque en el Marassi De Rossi finalmente podrá contar con el centrocampista que había pedido desde el primer día: Manu Koné, que también fue titular ayer con la selección francesa contra Bélgica. Koné es el jugador encargado de aumentar el ritmo del juego tanto con balón como sin balón: ya lo demostró en la parte del partido contra la Juve.