Mientras la posibilidad de jugar Champions es cada vez más un espejismo, Romelu Lukaku se aleja de la Roma, escribe Filippo Biafora en Il Tempo. Cuando Dan Friedkin aterrizó en la capital italiana en su jet privado a finales de agosto, llevando al atacante como pasajero a Ciampino, el mensaje era claro: con este esfuerzo el equipo debe lograr la clasificación para la máxima competición europea. Casi nueve meses después, sin embargo, la realidad es muy diferente, con el equipo giallorossi en sexta posición, a tres puntos del Atalanta, que tiene un partido menos y, tras la victoria del domingo, también ha tomado ventaja en los enfrentamientos directos (la última esperanza es que los de Gasperini alcancen la quinta plaza y ganen la Europa League).
En una temporada que parecía muy larga, y que vio el despido de José Mourinho y el temprano adiós del director general Tiago Pinto, ahora el futuro del belga también está en juego. Para llevarle cedido anualmente desde el Chelsea, la Roma desembolsó 7 millones de euros, garantizando al jugador un salario de 7 millones netos, equivalentes a 9,1 millones brutos. El club en ese momento pudo aprovechar las ventajas fiscales vinculadas al Decreto de Crecimiento Salarial, ya que el número 90 también residía en Italia en 2023, habiendo sido empleado del Inter hasta el 30 de junio de 2023. Mantenerlo en la plantilla y ponerle a las ordenes de De Rossi parece complicado dada la cláusula (válida para cualquier club), negociada directamente entre el entorno del jugador de 31 años y los ‘bleus’, valorada en 38 millones de libras (44 millones de euros), un desembolso necesario para completar la compra definitiva.
Sin los 50-60 millones de ingresos garantizados por la Champions, el coste total del acuerdo parece verdaderamente prohibitivo. Teniendo en cuenta también una temporada en la que marcó sólo doce goles en liga. Su actuación fue mejor en la Europa League (siete goles, más uno en la Copa de Italia), pero fracasó definitivamente en las semifinales decisivas. En general, los resultados han sido bastante decepcionantes desde la mitad del año nuevo, con siete goles después de la víspera de Año Nuevo. La única posibilidad sería la de un posible nuevo préstamo, quizás a un coste menor. Será una de las muchas tareas del propietario.