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La operación Soulé debería ver la luz en un plazo de 48 horas; el jugador seguiría presionando por ir a la Roma y esto habría reafirmado a su agente

En última instancia, la operación debería ver la luz en un plazo de 48 horas. Las próximas. Sin ultimátums ni pruebas de fuerza. Matías Soulé, que deja la Juve, quiere a toda costa ir la Roma, escribe Alessio D’Urso en La Gazzetta dello Sport. Y sus sentimientos, acompañados de la última oferta de los Friedkins de 25 millones de euros más 4 de bonificación y también de un porcentaje de reventa a favor de los bianconeri, deberían prevalecer sobre cualquier otro aspecto.

El argentino también expresó ayer su estado de ánimo al agente Martín Guastadisegno, quien se acercó a Matías en la etapa de preparación en Alemania y lo tranquilizó. Encuentro complementado con fotos de redes sociales con las palabras: «Trankiiiiii». O: «No te preocupes». El centrocampista ofensivo reiteró su deseo de unirse a la Roma porque se alegra de ser esperado en la capital: deseado no sólo por el técnico Daniele De Rossi y sus amigos Leandro Paredes y Paulo Dybala, sino por toda una afición.

En definitiva, el resumen es: o me voy a la Roma para convertirme en un jugador importante o me quedo en la Juve. Al que, cabe recordar, Soulé sigue ligado a un contrato de dos años. La temida hipótesis del West Ham (que mientras tanto parece haber recurrido a Crysencio Summerville del Leeds) no entra en los planes del argentino, que ya ha informado al directivo. Cristiano Giuntoli de sus intenciones.


Por otro lado, surge un trasfondo que puede ayudar a comprender la rigidez de la Juventus respecto a Soulé, ese techo fijado en 35 millones del que se obstina en no bajar cuenta por su parte Corriere dello Sport. Menos que nunca con la Roma. Agreguemos este elemento escénico a la representación de la intriga veraniega, y tal vez todo quede un poco más claro.

Repasemos los hechos, llegamos a los días previos a la salida hacia a la etapa de preparación en suelo alemán y el clima respecto al futuro del talento argentino se calienta un poco, quizás demasiado. Y entonces la dirección de la Juventus decide hablar alto, ese que utiliza el dueño cuando quiere hacer valer el papel. Una charla informal, a puerta cerrada, para aclarar una posición clara por parte de la Juventus: «Entonces, entendámonos bien. O aceptas la Premier League cuando llega la oferta adecuada o te quedas aquí y juegas Next Gen«. Puede suceder: es un juego de roles.

Esa perspectiva, para quien lo pensó así y lo dijo así, debería ser el arma ganadora si tienes delante a un chico ambicioso de 21 años. En última instancia, la Premier League es la Premier League: nadie puede sentirse menospreciado que cualquier otra liga por jugar en Inglaterra. No hay mucho que hacer, un paso atrás. Es en ese momento que el joven Mati recoge sus ideas, saca claridad de los mismos bolsillos en los que encuentra la obra mágica y el pensamiento se convierte más o menos en esto… «Querían venderme ya en enero, pretenden venderme monetizar mucho y bien, pero ¿cómo me mantienen en Next Gen?”. Y entonces Soulé saca esa garra argentina que sus ojos buenos no deberían contener por defecto. Y la respuesta llega como una piedra. Suena más o menos así. «Recibido, está bien. Pero que os quede muy clara una cosa: si me voy de aquí será sólo para ir a Roma«.


Más que mil palabras, a veces una es suficiente. Y el Trankiiii, que significa silencio, en la historia de Instagram publicada por el agente Guastadisegno con Soulé (en una foto que los ve abrazados, luego rápidamente relanzada por el chico en su perfil con la inscripción «Dale hermano», Go hermano) pesa tanto como las íes que añadió el agente. Porque ahora le toca al chico, ergo a su agente, que aterrizó ayer en Alemania (donde la Juve está en retirada).

La Roma hizo lo que tenía que hacer, escribe Stefano Carina en Il Messaggero. Empezó con 20, luego subió a 25, hasta llegar a 29, casi llegando a los 30 millones que el director Giuntoli pide desde hace tiempo como punto de partida de la negociación. Ahora no será el millón más o menos lo que hará estallar un acuerdo que todo el mundo quiere se de. En primer lugar la Roma que ha identificado en Matías el joven talento en el que invertir y empezar de nuevo en el nuevo programa de tres años diseñado por De Rossi. Pero luego está el futbolista que ve en el club Giallorossi el lugar ideal para continuar su crecimiento. Y por último está la Juventus, que necesita liquidez para lanzar el asalto a los Koopmeiners, objetivo número uno del mercado de fichajes de la Juventus. Extraoficialmente, al menos dos de las tres partes involucradas están convencidas de que de alguna manera la negociación se llevará a cabo.

Quizás sean necesarios unos días más, pero el final feliz está a la vuelta de la esquina. De hecho, se trata de un rompecabezas de intereses en el que todas las piezas van cayendo poco a poco en forma de damas. Falta el último, el sí de la Juventus, que se encuentra en la particular situación de tener que privarse de un niño, pese a ser consciente del riesgo de que esto pueda convertirse dentro de un par de años en lo que en Sudamérica definen como un craqueo. Por ello, el aparente estancamiento en el que parecen haber caído las negociaciones entre los clubes puede resolverse con un porcentaje sobre la futura reventa.

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