La movilidad y el interés público. Estos son los dos nudos (no tan estrechos) a resolver para que el nuevo estadio de la Roma de Pietralata pase del papel a la cal en 2024, para jugar al menos el primer partido en 2027 (año del centenario) cuenta Corriere dello Sport.
La Roma espera haber resuelto la primera cuestión mediante la entrega de los documentos complementarios solicitados por la Municipalidad, con la definición de las «características dimensionales, volumétricas, tipológicas, funcionales y tecnológicas de todas las partes del diseño«, así como con aclaraciones sobre otras cuestiones como como las expropiaciones y las reclamaciones.
En detalle, pues, el club tendrá que seguir asegurando la viabilidad los días de los partidos y por tanto sobre el tráfico que podría congestionar la zona en la que, entre otras cosas, hay un hospital, el Sandro Pertini. Luego están los que quisieran un parque en lugar del estadio: un comité de vecinos ya tomó medidas en ese sentido.
En el otro tema, es decir, el interés público, la pregunta práctica se vuelve filosófica: ¿qué ventaja traería un nuevo estadio a los ciudadanos? Hay varios argumentos a favor: empleo, remodelación del barrio y mejora de los servicios sobre todo. El CEO de Roma, Pietro Berardi, los ha destacado varias veces, pero también recientemente el ministro de Deportes, Andrea Abodi. Además, para la Federación de Fútbol, la nueva casa de los giallorossi es central en el plan para la Eurocopa de 2032 que Italia pretende albergar.
El debate ahora es ante todo político. La Roma se lleva muy bien con el alcalde Gualtieri y está en constante diálogo con los dos departamentos más involucrados, los de Alessandro Onorato (Deporte y Grandes Eventos) y Maurizio Veloccia (Planificación Urbana). Bastante ambicioso, sin embargo, imaginar que a principios de enero lleguemos a la resolución de interés público de la Asamblea. La Conferencia de Servicios preliminar difícilmente terminará en el amanecer del nuevo año.
Se deben contar 90 días desde que se abrió, pero las adiciones solicitadas por Rome Capital (sin pausa, es administración normal) ya han extendido la primera fase del proceso por algunas semanas.
Después de la clausura de la Conferencia, se necesitan las opiniones preceptivas pero no vinculantes de las Comisiones del Consejo y del Municipio IV. Posteriormente, el texto volverá al Consejo para la adopción definitiva de la propuesta de resolución que se programará. Entonces se esperan las enmiendas de la oposición. Es difícil hoy establecer una fecha para la votación en la sala de audiencias de Julio César, pero es probable que tenga que pasar todo el mes de enero.