Ceder para financiar los últimos fichajes del verano. La misión de Ghisolfi no termina con las adquisiciones de Soulè y Dovbyk, el propio De Rossi, después del partido contra el Olympiacos, confirmó que llegarán otras incorporaciones para reforzar una plantilla en plena revolución, escribe Matteo Cirulli en Il Tempo.
Las posiciones a reforzar son conocidas: se busca un lateral derecho titular (se sigue vigilando a Pubill, hoy implicado en la semifinal olímpica con su España), otro centrocampista además de Le Fée (en las últimas horas se han hecho los primeros contactos con Soumare del Leicester, que regresaba de su cesión al Sevilla que no le compró por 15 millones), y con un extremo izquierdo.
Aunque los Friedkins han puesto la mano, aunque sea con fuerza, en la cartera será necesario vender algunos elementos de la plantilla para reducir el número y sobre todo recaudar efectivo. Los principales nombres para financiar las próximas llegadas son Bove y Abraham. El delantero centro inglés, valorado en al menos 25 millones por los Giallorossi, gusta al Milan, que busca incesantemente un sustituto de Morata.
Sin embargo, las salidas de Shomurodov y Darboe están más cerca: el uzbeko está en el punto de mira del Hellas Verona, mientras que el jugador nacido en 2001, tras regresar de su cesión procedente de la Sampdoria, se disputa entre el Frosinone y el Salernitana.
