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La mejora física de Niccolò Pisilli es una de las novedades en este inicio de la pretemporada; el canterano ahora espera hacerse con un espacio en el primer equipo

Puso músculos. La explosión física de Niccolò Pisilli es una de las buenas noticias del inicio de la preparación veraniega de la Roma. Llena de chavales, cuyo líder es el mediocampista de 2004. Pisilli ya había debutado en Serie A, pero con ese objetivo se labró un escaparate que no se da todos los días. El centrocampista, mientras tanto, acabó su etapa en la cantera por cuestiones de edad, acercándose, junto a Pagano y Cherubini, al scudetto, que se perdió en la final contra el Sassuolo.

Su balance con la Primavera Giallorossi es impresionante: 71 partidos en total, 22 goles y 12 asistencias. A menudo se le ha considerado demasiado «frágil» para dar el salto a las grandes ligas, pero la Roma ha establecido una hoja de ruta personalizada a lo largo de los años para ayudarle a crecer físicamente. Ahora parece el doble asegura este jueves el diario Corriere dello Sport.

Para él se podría pensar en un camino al estilo Bove, que poco a poco fue escalando posiciones y convenciendo al entorno, hasta llegar al contrato de seis cifras. Pero está claro que el chico necesita jugar, ganar experiencia. La discusión, en general, se aplica a cualquier joven de 19 años que tenga lo necesario para triunfar en el fútbol. Pisilli los tiene. La Roma debe encontrar el mejor camino para hacerlo crecer de la mejor manera posible, para él y el Club.

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