Mourinho nunca ha buscado excusas para explicar o justificar actuaciones y resultados, pero cuando habla del rendimiento de la Roma siempre ha subrayado la difícil situación de una plantilla construida con diferentes historiales médicos y problemas de carácter deportivo. En definitiva, lesiones.
De Smalling a Sanches, pasando por Pellegrini, Dybala, Spinazzola y muchos otros: nueve jugadores han tenido (y tienen) lesiones y recaídas que inevitablemente han afectado el rendimiento del equipo en el campeonato y (en parte) también en Europa escribe Jacopo Aliprandi en el Corriere dello Sport. En los doce primeros partidos de la Serie A, Mourinho se vio obligado a alinear doce formaciones diferentes, sobre todo por las continuas paradas de miembros de la plantilla que deberían haber sido titulares en su equipo. O al menos estaban en el papel. Claramente los dos primeros mencionados son los casos más críticos: el inglés lleva dos meses y medio de baja por una inflamación del tendón y cuyo futuro es una incógnita. Podría regresar en una semana o en dos meses. El portugués, en cambio, lo contrato Pinto como una de sus apuestas y hasta el momento ya ha parado dos veces.
Muchas paradas que inevitablemente tuvieron un fuerte impacto en el rendimiento de la Roma. Imaginen tener una idea de un once titular y nunca haber podido probarlo en un solo partido. Imaginen tener nueve jugadores lesionados entre los titulares, girar hacia el banquillo y ver muchos «muchachos» y pocos refuerzos reales. Imaginen no tener un jugador durante una temporada entera: qué está pasando con la suma de lesiones que sufren sus nueve integrantes del primer equipo. De hecho, sumando los partidos perdidos «por los nueve» llegamos a una temporada entera perdida: 52 partidos perdidos en total, pero sólo en esta primera parte de la temporada, es decir, 16 partidos entre campeonato (12) y copa (4). Por no hablar de las ausencias en las estadísticas de Abraham y Kumbulla, que están de baja desde la temporada pasada.