Noche de sorpresas en esta primera de edición de la Womens Nations League. La Italia de Andrea Soncin visitaba tierras de las campeonas del mundo, en un estadio Municipal de Pasarón, en Pontevedra, que viviría un desenlace raramente imaginable para cualquiera de los allí presentes.
Sin nada que perder por parte de las españolas, que llegaban con los deberán hechos al 99%, ya que dependían únicamente del resultado del Suiza-Suecia, que certificó matemáticamente el pase a la Final Four de las de Montse Tomé antes del descanso, Italia dependía en gran medida de este resultado. Una derrota dejaba a las transalpinas en puestos de playoff de descenso a la Liga B de la Nations League, lugar que se decidiría en un partido frente a Suiza que pretendía ser vibrante.
Con mucho en juego, la contienda no empezaba bien para la azzurra. Un tempranero gol de Athenea complicaba las aspiraciones de una Italia al que le costó entrar al partido. De hecho, el primer disparo de las visitantes no llegaría hasta la segunda mitad, y lo haría de la mejor manera posible. Giacinti en el 46′, tras un malentendido en el vestuario español, que hizo que La Roja renaudase el partido con únicamente 10 jugadoras, puso el momentáneo empate en el marcador, en el que sería el primer disparo a puerta para las de Soncin.
Malentendido, gol en contra, y un clima de incertidumbre para las locales, que aprovechó un equipo que hacia dos décadas que no ganaba ante el combinado español. Primero Cambiaghi, tras asistencia de Manuela Giugliano, y posteriormente Linari, tras un saque de esquina de la 10 romanista, peinado por una Cambiaghi que volvería a ser protagonista, hicieron relucir un 1-3 en el marcador, que hacia sonreír a más italianas.
No obstante, frente a al actual Campeón del Mundo, nada iba a ser fácil. Las españolas, en el tramo final del choque, recortaron distancias gracias a Esther Castillo, y pudieron poner el empate en el último suspiro, con un disparo de Abelleira que dio de lleno en el travesaño.
Con este resultado, la selección italiana logró no sólo derrotar por primera vez desde el Mundial al equipo campeón, sino además, imponiéndose al combinado español en partido oficial por primera vez en 21 años, desde que lo hiciesen en 2002 en un 0-1 a favor de las italianas en la ronda clasificatoria para el Mundial de aquel año.