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La cláusula de salida insertada en el contrato de Dybala ya esta activa pero no preocupada a la Roma; el club habría decidido no dejarle salir

Una estrella en el Tre Fontane, un símbolo para todos los aficionados que actualmente confían en él para ver triunfar a la Roma en el derbi del domingo por la noche. Paulo Dybala, ni hay que decirlo, fue ayer protagonista del entrenamiento abierto a la afición para abrir el año de la mejor forma posible y acercar a la afición de la Roma al equipo. Cientos de camisetas amarillas y rojas con su nombre en la espalda, los niños locos de alegría al ver al argentino a pocos metros de ellos sonriendo y saludándolos. A lo largo del entrenamiento hubo una sucesión de “¡Paulo, Paulo!” Desde la grada, todos buscando una mirada, un guiño de su campeón que en los dos últimos partidos marcó tres goles, contribuyendo a terminar el año con intenciones ciertamente positivas. También desde la perspectiva Lazio. Dybala es el símbolo de una Roma que intenta recuperarse, es el jugador con el que se identifica la afición, jóvenes y mayores, el ejemplo a seguir para muchos elementos jóvenes de la plantilla que le siguen en todo y para todo.

Es uno de los pilares de Ranieri que le ha blindado eficazmente para garantizar a la plantilla un hombre de liderazgo y calidad para el presente y el futuro asegura este jueves el Corriere dello Sport. Por eso la cláusula de rescisión que se volvió a activar ayer ya no da miedo. Ni a la afición, ni a la Roma, ni claramente a Dybala. Esto se debe a que el club, tras algunas dudas relacionadas con la situación contractual del argentino, decidió, siguiendo el consejo del propio Ranieri, retenerlo en Fulvio Bernardini. Pero también porque Paulo ha vuelto a decir no al dinero extranjero, después del dinero árabe del verano, ahora también los 10 millones netos por temporada del Galatasaray, y aún así ha decidido quedarse en la capital. Se siente bien en Roma, para él esta ciudad se ha convertido en un verdadero hogar, en Roma se siente bien administrado y el medio ambiente lo es todo para él. Y por supuesto la renovación automática que llegara con unos pocos partidos es otro precioso (y rico) aliciente para decir no a las ofertas que han llegado y llegarán hasta el 15 de enero, último día para hacer uso de la cláusula de rescisión de 12 millones.

Ahora los pensamientos de Paulo están centrados en el derby. Quiere marcar su primer gol ante la Lazio con la camiseta de los Giallorossi, quiere ganar su segundo derbi y ser decisivo. En el último choque directo dio la asistencia para el gol de Mancini, esta vez apunta al arco. Luego, a partir de la próxima semana, todos los días serán buenos ver a su agente Carlos Novel aterrizar en la capital para discutir con el club Giallorossi la evolución contractual de su cliente. La renovación automática aumentará su salario hasta los ocho millones netos, por lo que el argentino está dispuesto a escuchar cualquier propuesta de Ghisolfi para repartir el salario en varios años pero también para eliminar la cláusula de rescisión. El entorno de de Dybala espera en breve una reunión con la Roma para hablar, negociar y cerrar definitivamente todas las situaciones relacionadas con cuestiones extracampales. Los Friedkins incluyeron a Paulo en su video publicado en redes en la cuenta del Grupo Friedkin para celebrar el 2025, señal de estabilidad para la afición de la Roma, Paulo en cambio, entre las celebraciones y el trabajo, sólo piensa en el próximo desafío: «Nos vemos en el derby, aficionados de la Roma». Dybala y la Roma, una cuestión de corazón.

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