Ubicación de lujo, casi mil invitados y muchas buenas intenciones. La cena de Navidad organizada por Roma tuvo lugar ayer en el Hotel Cavalieri Hilton en el restaurante La Pergola. El título de la velada: “Una cena mágica”. La escritura se proyectó en las pantallas gigantes del escenario y se imprimió en todos los menús de las mesas. Como marcador de posición, una minicamiseta de la Roma completa con el nombre.
La cita estaba fijada para las 19.30 horas, pero los primeros invitados no entraron en la enorme sala hasta las 20.00 horas, un sugerente efecto de iluminación suave tiñó el ambiente de tonos amarillos y rojos, todos los invitados rigurosamente vestidos con ropa elegante. Estuvieron patrocinadores, empleados, exfutbolistas como Alessio Cerci, influencers, ex accionistas y no podían faltar el equipo, el entrenador y el staff. Notablemente ausentes fueron el presidente Dan Friedkin y su hijo, el vicepresidente Ryan cuenta Il Messagero.
También estuvo presente para animar la velada Marco Conidi, que hizo cantar a los presentes su «Mai sola mai», esa icónica canción romanista que cantan todos los aficionados antes de los partidos en casa. Cada lugar en la mesa tenía una pequeña camiseta con el nombre del jugador designado, pero antes de sentarse – como en el estadio – todos fueron anunciados en el escenario por el locutor Vespasiani. Ni que decir tiene que la mayor ovación estuvo reservada para José Mourinho, que tomó asiento en una mesa decorada, como las demás, con una composición floral con el escudo de la Roma en el centro agrega por su parte La Gazzetta dello Sport.
“Agradezco a los dueños que nos permitieron estar todos aquí juntos. La Navidad casi significa el fin de un año y puede ser un momento de reflexión. Yo también reflexionó y puedo dar más, todo el equipo puede dar más. Y ustedes, los patrocinadores, también pueden dar más (risas generales en la sala, ed.). Feliz Navidad a todos». dijo José en su discurso. Otro mensaje a la Roma sobre su futuro que a él todavía le gustaría vincular a los colores Giallorossi asegura Corriere dello Sport.
Ahora el balón pasa a los Friedkin que dentro de unas semanas tendrá que dar una señal a su entrenador para perfilar el futuro. En primer lugar, porque la próxima temporada deberá planificarse ya a principios de 2024, entre estrategias de mercado, elección del plantel, pero también actividades de merchandising y logísticas (como la pretemporada), y luego porque Mourinho tampoco esperará para siempre una respuesta de los dueños.