Una cosa es segura: no será fácil arreglar la relación entre Roma y la UEFA después de la noche en Porto. El arbitraje del alemán Stieler no fue ciertamente ideal, pero tampoco escandaloso. Las palabras muy fuertes de Rainieri. El silencio oficial de la UEFA, que sin embargo ayer llamó a la Roma para que entendiera. Por último, la carta de protesta que el club enviará próximamente a Nyon para ponerse del lado de Rainieri enumerando situaciones que no les han gustado (y que tienen su origen en la final de la Europa League con el Sevilla arbitrada por Taylor).
No hace falta decir que la UEFA también hará sus movimientos, incluida la probable investigación a Rainieri. Es poco probable que le descalifiquen, pero sí podría recibir una multa. Esto es lo que más sorprendió a Nyon: Rainieri. No se lo esperaban de él, siempre un caballero con estilo. De hecho, se hizo una comparación con la dura pero comprensible reacción de Gasperini tras los errores de Meler y Van Boekel en Brujas. Pero nunca habló de matar a la UEFA. Ranieri – subraya Fabio Licari en ‘La Gazzetta dello Sport’ – insinuó en cambio que Stieler fue el árbitro elegido para no ayudar a la Roma. La dirección del aleman no ha sido suficiente para gestionar a las «amarillas»: las de Saelemaekers y quizás Koné son exageradas. Pero Nyon no cometió errores graves. Hubo un “rojo” para Cristante.
La UEFA también destacará la lista de árbitros que han dirigido a la Roma en las tres últimas temporadas: Marciniak, Letexier, Kovacs, Oliver, Turpin, Vincic, Nyberg, el mismo Taylor con el que había ganado 4-1 con el Feyenoord, antes del Sevilla. En resumen, todos los tops. La carta de la Roma a la UEFA tendrá un tono educado pero expresará una serie de quejas que la Roma quiere llevar oficialmente a la atención de Nyon. La cuestión del arbitraje seguramente estará en el centro de los futuros debates.
