Alex Del Piero en la FIGC. De momento es sólo un rumor, una candidatura que no proviene del ex capitán de la Juventus sino de quienes quieren oponerse a una reelección de Gabriele Gravina, que de momento sigue siendo virtual. El actual presidente aún no ha resuelto sus reservas sobre una posible reelección. Pero los miembros de la FIGC están de su lado; Gravina goza de un amplio consenso, cuenta con los votos de los delegados de la Liga Nacional Amateur y de la Serie C, los de la Asociación de Futbolistas y los de los entrenadores.
La Liga Serie A está dividida, la mayoría ha impedido que se impugne la reforma del Estatuto aprobada por el Consejo Federal y certificada por el CONI. Algo se mueve, Lotito y De Laurentiis querrían encontrar un candidato capaz de oponerse políticamente a Gravina: Del Piero recibió ayer el apoyo de sus ex colegas Bruno Giordano y Giuseppe Bergomi, mientras sorprendió al presidente de Coni Giovanni Malagò.
Antes que el excapitán de la Juventus, otros futbolistas intentaron hacerse con el sillón presidencial, pero nunca lo consiguieron: Gianni Rivera lo intentó sin éxito, y en años más recientes Demetrio Albertini y Damiano Tommasi también fracasaron en su objetivo. La candidatura de Alex Del Piero a la dirección de la FIGC tendría peso: pero en la Asamblea electiva los votos no se pesan, se cuentan. Y en estos momentos Gravina importa mucho más.