Aún falta más de una semana para el gran partido de Turín ante la Juventus, pero Mourinho ya sabe que tendrá a sus hombres contados en defensa, escribe Gianluca Piacentini en el Corriere della Sera. La lesión de Smalling, que sufre un problema en el flexor del muslo derecho subsanada en los minutos finales del partido con el Empoli que le dejará fuera unos veinte días, limita enormemente la elección del técnico.
Para complicar aún más los planes está el tema de Viña: el lateral uruguayo, que anoche jugó contra la Colombia de Cuadrado que lo golpeó con un codazo en la cara, encendiendo los ánimos de la Juventus-Roma de antemano, regresará a Italia pocas horas antes del partido que se jugará el domingo 17 (20.45 horas). Ante el Sassuolo, a su regreso tras la primera fecha FIFA, Mourinho sorprendió a todos enviándolo al campo pocas horas después de su llegada: la actuación no fue brillante, pero su presencia es indicativa de lo mucho que lo estima el técnico, además el charrúa habló con el mister mostrándose listo para salir al campo.
Contra la Juventus podría hacer lo mismo, pero el riesgo (y el peso del oponente) es mucho mayor. Alternativamente está Calafiori, mientras que la hipótesis de mover a Ibáñez hacia la banda parece poco práctica, porque de lo contrario se abriría un agujero en el centro, dada la poca consideración que Mourinho ha tenido de Kumbulla hasta ahora. El defensa albanés hasta ahora es un objeto realmente misterioso, como Mayoral y Villar.