Inicio a las 21:00 horas, los alrededores del Olímpico están cerrados, el estadio está lleno y al menos 4.500 aficionados del AC Milan llegan a la capital. Hoy es el día del partido de vuelta del Roma-Milan de la Europa League. La atención en materia de seguridad – informa ‘Il Messaggero’ – es elevada, elevada al nivel más alto dada la situación ligada al escenario político internacional.
Por lo tanto, no sólo por los asuntos pendientes entre los aficionados rivales: en junio de 1989, el tifosi de los Giallorossi Antonio De Falchi fue asesinado en Milán. Ya el domingo pasado, el prefecto de Roma, Lamberto Giannini, recordó que «cada evento es estudiado y analizado» para que «luego se establezcan servicios que puedan gestionarlo con seguridad». Incluyendo grandes eventos deportivos. Por este motivo, hoy se prestará especial atención al control de los espectadores, con un filtrado aún más preciso y en diferentes fases antes de acceder a las gradas.
Con mucho cuidado en los nombres registrados para la venta de entradas. Las acciones de prevención de la policía y de los carabineros continuarán esta tarde después del partido en las zonas de ocio nocturno, desde Trastevere hasta Campo de Fiori, hasta Monti, donde grupos de aficionados podrían entrar en contacto.