La afición del Inter no está de acuerdo y se prepara para recibir a Romelu Lukaku con miles de silbatos, a pesar de la orden de la Jefatura de Policía que ayer prohibió su uso. Como informa ‘La Repubblica’, quien infrinja la norma deberá pagar una multa de 22 euros.
De hecho, la Curva Nord tiene la intención de distribuir los silbatos fuera del estadio de San Siro en cualquier y a pesar de que se decidió ayer por la tarde que NO por parte del comisario de policía de Milán, Giuseppe Petronzi, al final de una jornada agitada entre reuniones, opiniones cruzadas y correos electrónicos oficiales rebotados entre Roma y Milán.
Tras la reunión del GOS de ayer se decidio aplicar el artículo 62 a raíz de una supuesta petición de la propia Roma que apeló al reglamento de la FIGC que regula la «protección del orden público durante los partidos», obligando a los clubes a «evitar que el desarrollo del concurso se vea perturbado por el sonido de instrumentos que causen molestias».
La decisión de repartir tantos silbatos, que se habrían activado a cada toque de balón por parte de Romelu, viene de lejos -los ultras del Inter lo habían anunciado hace aproximadamente un mes- y con el paso de los días el tam-tam se fue montando entre todos los aficionados nerazzurri: muchos de los que tal vez no hubieran tenido acceso a la curva probablemente se habrían «armado» de forma independiente, haciendo que la cifra creciera a más de 30 mil. Y en cambio, no estan permitidos: los controles serán más estrictos de lo habitual en la entrada para evitar la introducción de este objeto, aparentemente inofensivo pero convertido en símbolo.