La Roma disfruta de la manita endosada al Bologna este domingo. Los giallorossi se marchan del ‘Dall’Ara’ con tres puntos y muchas muy buenas impresiones, incluso con cierta ansiedad por el estado de Marash Kumbulla, que abandonó el campo en el minuto 67 por lesión.
El club anuncia que el albanés tuvo que marcharse porque sufrió de calambres: Fonseca podrá comprobar el estado de forma del albanés a partir de las 11 de la mañana del martes, cuando está previsto reanudar los entrenamientos en Trigoria. Después del día de descanso, la Roma comenzará a prepararse para el partido del jueves por la noche en el Olimpico contra Turín.