Un verano similar había pasado en la segunda temporada del técnico Paulo Fonseca. Era 2020: Rick Karsdorp venía de una campaña medio irregular cedido al Feyenoord y parecía de paso por Trigoria. La Roma intentó venderle primero al Atalanta y luego al Genoa, hasta el último segundo, lo cual fue útil. Sin embargo, se opuso a ambos traspasos, con el resultado de conquistar el puesto de titular ya desde el primer partido del campeonato en Verona.
Ahora, básicamente, el escenario es el mismo. Tiago Pinto está tratando de ubicarlo para dejar espacio a los nuevos, el rocoso danés Kristensen que solo está esperando un casillero vacío para instalarse, pero Karsdorp no tiene intención de renunciar a la Roma cuenta este lunes Corriere dello Sport. Absolutamente cero. En el mercado es imposible dar certezas, porque de repente una oferta inesperada puede cambiar percepciones y ambiciones, pero hoy la posibilidad de que Rick no cambie de equipo es real. Los jugadores suelen ser los últimos en enterarse, pero en el caso de Karsdorp la voluntad es clara.
A estas alturas, sin poner el pie en el suelo, Karsdorp quiere continuar con la complicada aventura romana, que comenzó con Monchi y Di Francesco en el embrujado 2017, en el que se descompuso dos veces, y que parecía haber logrado cierta estabilidad gracias a la renovación del contrato firmado hasta 2025. En la primera temporada de Mourinho, Karsdorp fue uno de los legionarios insustituibles. Nunca salía.
En la segunda, también por problemas físicos, tuvo menos importancia pero en perspectiva el entrenador lo considera muy útil. Aún tiene 28 años y si supera sus dolencias es un lateral apto para el juego de la Roma. Habrá que ver si Tiago Pinto podrá vender Celik, pagado hace un verano por 7 millones al Lille. Esta es una de las razones por las que el acuerdo de Kristensen aún no se ha formalizado con Leeds. De lo contrario, habrá que persuadir a Karsdorp para que termine la relación.
