El período para hacer efectivo las ganancias de capital ha terminado. Tiago Pinto logró la misión de juntar a duras penas unos 30 millones de euros en un mes para llegar a fin de mes sin vender titulares. José Mourinho agradece, pero quiere tener a su delantero centro dentro de 10 días asegura este viernes el diario Il Messagero.
La preparación comenzará el 10 de julio (17 para los internacionales) y el Special One quisiera integrar lo antes posible al que será el extremo ofensivo titular por al menos 6 meses, tiempo en el que Abraham se recuperará de su lesión de rodilla. José, que le dio «me gusta» a una publicación de un hincha que protestaba contra la prohibición de los 10 días de sanción, guarda silencio: aún no ha enviado mensajes crípticos (fotos de pies cruzados como el año pasado), ni ha lanzado entrevistas para agitar las aguas.
No por ello no se hizo oír con su director general al que encontró en Londres y luego con el presidente con el que cenó cerca de Setúbal, en Portugal. Se le ha garantizado que todo se hará en el momento adecuado para permitirle integrar al delantero centro en el primer día, y si hay oportunidades de mercado que requieran una espera limitada, entonces se tomarán en consideración. En definitiva, no debería haber contratiempos como en el verano de 2021 cuando llegó el nuevo delantero el 17 de agosto (Abraham), porque Dzeko había decidido el 14 del mismo mes aceptar la oferta del Inter.
Mourinho tiene las ideas claras, necesita un jugador que pueda marcar al menos 20 goles en la Serie A y que, combinado con Dybala, pueda encontrar el entendimiento perfecto. A la Roma le gusta el nombre de Gianluca Scamacca, pero los altos costos por ahora lo convierten en un elemento inaccesible. El West Ham quiere venderlo de manera definitiva porque hace un año lo compraron por 36 millones, Pinto lo quiere cedido con derecho a compra porque sabe que Abraham volverá en marzo. Además, los problemas de rodilla sufridos durante gran parte de la temporada pasada pusieron en alerta a los giallorossi. Es una operación que también podría desbloquearse a finales de julio y en la que los británicos llevan la delantera.
Igual que el Atlético de Madrid lo tiene para Álvaro Morata. Incluso el mero acercamiento a la negociación parece imposible por el compromiso, sin embargo la cláusula de rescisión de 20/30 millones parecería accesible. Incluso si los españoles se abrieran a la posibilidad de una cesión, tendrían que contribuir de alguna manera al pago de parte del salario de 9 millones netos por temporada. Por eso se presenta un camino más complicado por el momento, a pesar de que el jugador está motivado para volver a Italia donde cree que puede dar mucho más que en LaLiga. Sin olvidar que su amistad con Paulo Dybala podría ser una motivación extra.