El estado de Paulo Dybala están atormentando no solo a José Mourinho, sino también a la afición de la Roma que ha estado ansiosa durante los últimos tres partidos por el campeón argentino. La víspera del partido se vive con gran expectación para comprender el alcance de las lesiones de La Joya.
Cuatro días después del partido en Bérgamo, los problemas no han desaparecido del todo a pesar de las muchas horas pasadas entre Trigoria y casa con varios tratamientos de fisioterapia: a pesar de las ganas de jugar desde el primer minuto, y apretando los dientes por el bien del equipo. La intención de Mourinho es prescindir de él. Al menos inicialmente cuenta Corriere dello Sport.
Pero como ocurrió antes del partido ante el Atalanta, el técnico volverá a decidir a las pocas horas del inicio del encuentro. Así que esta mañana se harán las pruebas decisivas, no solo para decidir el uso de Dybala, sino también para otros roles en virtud de los muchos partidos y el compromiso del miércoles ante el Monza.
En resumen; Mourinho se verá obligado a utilizar un once en plena emergencia. La gestión física de Dybala se decidirá esta mañana, de común acuerdo con el argentino. Convocado sí, pero para el banquillo.