José Mourinho avisa una vez más. Según cuenta Fabrizio Pastore en el diario Il Romanista, el entrenador portugues habría alertado de un problema de no poca importancia a pocas horas del inicio del campeonato: las condiciones del césped del Estadio Olímpico. La grama del estadio capitalino, el mismo donde la Roma debutara el próximo domingo ante la Fiorentina. Y donde cuatro días después se repite, con la vuelta del partido de Conference League ante los turcos del Trabzonspor. Y fue desde Turquía que el Especial hizo sonar la alarma. Con su inconfundible estilo mediático, el técnico portugués publicó un vídeo en Instagram que retrata a un jardinero trabajando en el campo de Trabzon. «Este tipo trabaja duro, no como los que están de vacaciones en el Olímpico».
Las mismas expresiones de los jugadores que entraron al campo el pasado sábado fueron más que elocuentes. De hecho, el amistoso de agosto con el Raja Casablanca destacó las condiciones de un campo lejos de los mejores tiempos. Seco, arenoso, ya lejano del verde clásico al que el equipo Giallorossi está acostumbrado a la caliza. La causa se encuentra en el rebrote del césped, hecho necesario por los cuatro partidos disputados en el verano en el Olímpico con motivo del reciente Campeonato de Europa. Pero ha pasado un mes y medio desde el último partido (entre Ucrania e Inglaterra) y la situación actual sigue pareciendo todo menos reconfortante.
Cuenta el diario dedicado íntegramente al acontecer romanista, que desde el CONI (que además de encargarse de la gestión del estadio, se encarga del mantenimiento del campo) les hacen saber que hay tiempos fisiológicos para encontrar el terreno en óptimas condiciones, pero aseguran que todo se monitoriza diariamente y con el paso de las horas, la situación solo puede mejorar. Por tanto, se ha evitado cualquier polémica a larga distancia con Mourinho, que también se ha reservado alguna velada alusión a las posibles conexiones entre el césped del central romano y la lesión de Smalling.