José Mourinho lo ha decidido: Henrikh Mkhitaryan y Bryan Cristante formarán parte de la Roma el próximo año, escribe Chiara Zucchelli en La Gazzetta dello Sport. La revolución que afectará al mediocampo no les tocará a ellos, siempre que las renovaciones lo permitan. El armenio aún no ha firmado, mientras que por Cristante ni siquiera se han iniciado negociaciones. Pero no hay apuros (de hecho, tiene contrato hasta 2024) pero gusta en el exterior (Sevilla) y en Italia, con Juventus y Milan que observan.
Pero la voluntad del jugador coincide con la de Mourinho: quedarse. En la Serie A, Mou prácticamente nunca prescinde de Bryan, ya que es el cuarto de toda la plantilla entre los jugadores de campo con más minutos de juego. Quizá alguien pensó que con la llegada de Oliveira al centro del campo jugaría menos, en cambio fue Veretout quien le dejó su sitio al portugués. De hecho, desde que el ex Porto llegó a Trigoria, Cristante solo se ha dejado de ser titular una vez (donde entra en el minuto 70 y marca ante el Sassuolo).
Otro jugador imprescindible es Mkhitaryan que evidentemente tiene una situación más urgente desde el punto de vista contractual. Pinto y Mourinho quieren encerrar primero su renovación con un contrato de dos años. Mourinho, al retirar su radio de acción, no sólo está alargando su carrera, sino que le ha convertido en el regista que falta en la Roma y por el que pasan todos los balones.