Paradigme

José Mourinho convoca al jovencito Claudio Cassano para el partido a domicilio ante el Betis; la historia del otro Cassano

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Su apellido es Cassano, es de Puglia, juega y marca con la camiseta de la Roma. ¿Deja Vu? Más o menos, porque las similitudes terminan ahí. Claudio (no Antonio), es de Barletta y por el flanco corre casi tan rápido como Mennea. Lleva el 11 y no el 18 que pertenecía a su tocayo. En su debut en el primer equipo, Juan Jesús bromeó con buen humor: «Tú no como el otro Cassano, ¿verdad?», risas no faltaron en el entrenamiento cuenta La Gazzetta dello Sport.

En el banquillo estaba Fonseca, que luego dio paso a otro portugués. No cualquiera, sino el Special One -Mourinho- que se sentó al margen en la mañana del domingo para ver lo más cerca posible los tres goles con los que los Giallorossi Primavera noquearon al Inter de su exdefensor Chivu. El segundo, hermoso, lo anotó Claudio, que arrancó por la izquierda, controla al vuelo un balón suelto, supera la marca con un regate delicado y, sin dejarlo caer nunca, lo envió a la portería con la derecha. Quinto gol (con tres asistencias) en siete partidos de en el torneo Primavera.

Y pensar que en verano el matrimonio con la Roma parecía terminado. Un contrato a punto de expirar y una temporada -la del año pasado- con apenas tres participaciones como titular. Un poco por una operación fácil que lo mantuvo fuera tres meses y un poco por la competencia que le dejo poco espacio, sobre todo al final de los partido, como en la final del campeonato perdida ante el Inter: Cassano entra en la prórroga y desata el pánico entre los defensores nerazzurri, rozando en dos ocasiones el gol que hubiera mandado el enfrentamiento a los penaltis. Tanta amargura, a la que se suman las ofertas de B y C. Justo cuando todo parecía haber terminado, llegó la intervención del jefe del sector juvenil, Vincenzo Vergine, quien habla con el agente del chico, Frank Zotti: «Confía en mí, no lo vayas a mover de aquí. Puede convertirse en un gran jugador». Concepto reafirmado también por Federico Guidi, quien mientras tanto heredó el equipo Primavera de De Rossi, iniciando una nueva era. El club confió en él, que con la Fiorentina entre muchos puso en marcha los varios Chiesa y Sottil. Exteriores rápidos y técnicos, como Claudio. Que al final se quedó en la Roma, entrenando cuatro veces con el primer equipo de Mourinho.

Es un centrocampista ofensivo, pero puede desempeñar todos los roles de ataque. Juega por las bandas, tanto por la izquierda como por la derecha, pero también sabe jugar como falso nueve. Entre sus ídolos está el Papu Gómez, Insigne y Mertens, Messi, el ídolo que le enamoró del fútbol. Buen chico incluso fuera de la cancha, apasionado de la historia en el colegio y del juego en sus ratos libres. Le gusta pasear por Roma por las calles que conducen al Coliseo oa la Plaza de España. Cuando vuelve a Barletta sigue entrenando como si nada. Ella siempre ha hecho esto, porque sabe que el trabajo de una vida puede ser arruinado por una mala estrella. Su padre, un hombre de campo, le enseñó. Frank, su agente, que a lo largo de los años ha formado un verdadero equipo con él, siempre se lo repite. Un nutricionista, un fisioterapeuta y un preparador físico le organizan sesiones incluso durante sus vacaciones en las playas de Apulia. Siempre debe trabajar para compensar una altura (apenas 165 centímetros) que requiere músculos fuertes para evitar ser víctima de sus oponentes. Precisamente por su baja estatura, vio cómo se le cerraban varias puertas en la cara, como la Juve tras tres días de audición. O de Chievo, cuando ya todo parecía hecho. Luego Lazio, Spal, Entella…

En noviembre de 2020 estampo la firma en su primer contrato como profesional. Claudio, aún no es mayor de edad, no puede firmar. En su lugar, los padres abordaron el primer tren de Barletta. Ahora esperan la renovación: por si acaso le pondrá lápiz y papel directamente a su hijo, ahora de 19 años. Sería un gran impulso para perseguir sus dos sueños, el Mundial Sub-20 de Indonesia y, obviamente, su debut en el Olímpico.

Otro gran paso se dará ahora, en 2022: primera convocatoria al Primer Equipo con motivo del partido de Europa League ante el Betis, junto al Special One José Moruinho, que quiere contar con él para la ocasión. Ahora se moverá un poco más lejos de casa, destino Sevilla, porque el Real Betis les tiene delante por cuarta jornada de grupo. Claudio Cassano está a punto de escribir el capítulo más hermoso de su historia… Hasta ahora.

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