Su nombre, asociado a la Sampdoria, es algo que circula desde hace tiempo en la prensa, pero ahora, con ciertos rumores cada vez más fuertes, y que parece más actual que nunca. Hablamos de James Pallotta, el expropietario estadounidense de la Roma, como informa Lorenzo Mangini en La Repubblica.
Se dice que la figura clave en esta operación podría ser Franco Baldini, padre de Mattia, actual director deportivo «in pectore» de la Sampdoria, ascendido a figura de referencia de Stankovic, con el traspaso de Osti y Faggiano solo en operaciones de mercado de fichajes. Franco Baldini es un directivo muy escuchado por Pallotta, una especie de asesor personal.
Baldini también tiene excelentes relaciones con la familia Garrone. Fue sondeado hace años como posible responsable del área técnica de la Sampdoria y estuvo presente, como representante de la Roma, pero también a título personal, en el funeral de Riccardo Garrone.
Ciertamente no tendría especiales dificultades para obtener la ayuda de Edoardo Garrone en la operación, como facilitador, pero se podría decir precisamente como patrocinador.
Ahí no queda todo. Las desavenencias, que ponen en tela de juicio a Pallotta y Baldini, quizás en el fondo, sueñan con que Garrone también pueda tener un papel, suponiendo otro punto fuerte. Hablamos de Gianluca Vialli, que nunca ha ocultado su deseo por la presidencia de la Sampdoria.
Pallotta, Baldini, Vialli. Hay suficiente para hacer que la cabeza dé vueltas. Pero tendrían que darse prisa. La situación de las arcas de la Sampdoria es delicada, es necesaria una intervención externa, la reunión del 14 de diciembre es un parteaguas.