El técnico de la Roma, José Mourinho, decidió no hablar ante los micrófonos al final del partido contra el Milan, que los rossoneri ganaron por 3-1. Según informó Sky, de hecho, el entrenador portugues inmediatamente después del pitido final bajo de la grada para reunirse con el resto del equipo y tener un contacto directo con todos.
Mou siguió todo el partido desde la grada de San Siro por la descalificación que recibió en el último partido contra el Atalanta, pero se apresuró en el adentrarse en el corazón del estadio para hablar con sus jugadores después de una dura derrota que arroja muchas sombras sobre el futuro del equipo temporada del equipo amarillo-rojo.
El primero en subir al banquillo de los acusados es el ‘Special One’, cuyo vínculo con los fans parece estar en un punto de no retorno.