Fue un partido difícil, que luego se convirtió en un partido polémico. Pero ya no es momento tiempo para protestar: dentro de dos días, pasado mañana, la Roma tendrá que volar a Friuli para completar el partido contra el Udinese, que acaba de cambiar de entrenador. Aquí, el desafío entre los campeones del mundo Cannavaro y De Rossi será uno de los muchos temas de un 25 de abril muy difícil de preparar.
Desde el punto de vista logístico, el equipo partirá directamente por la mañana en un vuelo chárter. Una vez en Ronchi dei Legionari, como siempre, el equipo se trasladara a Udine en autobús cuenta este martes Corriere dello Sport. El regreso está previsto para el mismo jueves, cuando finalmente se habrá puesto fin a esta atormentada continuación.
Para el próximo viaje a Nápoles, el domingo a las 18 horas, vuelve el programa tradicional: salida en tren hacia La Viglia, después del entrenamiento.