Mats Hummels sigue intentando encontrar tiempo de juego en este complicado inicio de temporada. El alemán había sido convencido por Daniele De Rossi para unirse a él en la capital, pero después de dos meses sólo jugó unos minutos.
El debut se produjo el pasado domingo, en un momento muy delicado con la Roma perdiendo 4-1 en Franchi. El exjugador del Dortmund volvió sobre el desafortunado episodio, en su podcast «Alleine ist schwer», con estas palabras: «Un gol en propia puerta después de cuatro minutos cuando el marcador ya está 4-1 es bastante duro. Es tan irónico que puedo aceptarlo sólo con humor. Esto es como la guinda del pastel de las cosas que no salieron bien. Las cosas sólo pueden mejorar».
A continuación, el alemán continuó su discurso hablando de su nominación al Balón de Oro y de su puesto 29: «El último puesto del Balón de Oro es el último puesto más bonito del mundo».