Mats Hummels está listo para volver al campo después de estar casi veinte días al margen de la Roma. El defensa alemán, después de algunas exclusiones consecutivas, quiere recuperar la titularidad en el partido contra el Monza, un partido que se vuelve aún más crucial para las ambiciones de los giallorossi tras los últimos resultados cuenta este domingo el diario Il Tempo.
Mats no ha salido al campo en Serie A desde el 17 de enero, cuando jugó contra el Genoa, y se ha perdido cuatro partidos desde entonces. Su exclusión ha desatado muchas especulaciones, pero fuentes cercanas al jugador han negado cualquier problema extrafutbolístico. La decisión de Ranieri parece haber estado dictada más por la necesidad de dar descanso al alemán y por el excelente rendimiento de la defensa sin él, particularmente en el partido contra el Porto.
A pesar de las dificultades personales de Hummels, también ligadas a estar lejos de su familia, el defensa está dispuesto a regresar y dar su aporte al equipo, con la esperanza de volver a ser una pieza clave para el técnico giallorossi.
Hummels ha permanecido en el congelador durante casi veinte días. Sustituido en la Coppa Italia en San Siro, en la segunda parte contra el Milan, fue eximido del viaje a Venecia junto a Paredes «para pasar unas vacaciones con la familia y relajarse un poco», como había aclarado Ranieri al justificar la doble exclusión. Pero Paredes volvió rápidamente al equipo, entrando al final en Porto y siendo titular en los siguientes partidos cuenta Roberto Maida en el Corriere dello Sport este domingo.
Hummels, por su parte, no ha vuelto a aparecer, salvo para saludos a los fans e historias en Instagram. En Trigoria no dio suficientes garantías en su sudor diario, tanto que el propio Ranieri lo explicó: «Mats es un gran jugador pero no está en la misma forma que hace unas semanas. Prefiero que se entrene bien para reencontrarse a sí mismo”. Un reset similar al indicado a Lorenzo Pellegrini, y en parte también a Dovbyk, y un mensaje irrebatible al grupo: no hay privilegios, no hay jerarquías, «no miro el sueldo ni siquiera el nombre en la camiseta sino quién me da más certezas». En este escenario meritocrático, entre otras cosas, Celik ha encajado de maravilla en el rol de central derecho y Mancini, como central lider, ha disputado grandes partidos.
Otra cuestión es el futuro. El contrato, según lo acordado entre el cuerpo técnico del jugador y el club, expira en junio sin opciones de renovación. Rainieri había pedido a la directiva que lo confirmaran pero Hummels no parece dispuesto a quedarse por motivos familiares. Al final de la temporada, si no cambia de opinión, podría regresar a Alemania para terminar su carrera en un equipo de nivel medio. Pero, como prometió en Londres, antes de la noche de su rescate, «estoy seguro de que mi historia con Roma tendrá un final feliz». Los capítulos más importantes aún no se han escrito.