Todo gira en torno a Amadou Diawara. De hecho, es la punta de la balanza de esta última parte del mercado Giallorossi, con Tiago Pinto que hoy se reunirá con Daniele Piraino (el agente del centrocampista guineano) en Milán para entender cómo armar un futuro en otro lugar según los reportes de La Gazzetta dello Sport.
Sin embargo, la venta de Diawara no será fácil, también por el elevado salario (2,2 millones de euros) de los equipos que han mostrado interés en Italia (Venecia, Cagliari y Sampdoria). Esa venta, sin embargo, es fundamental para abrirle las puertas al golpe de última hora de la Roma. Quien, en las últimas 24 horas, ha vuelto a reflexionar sobre la posibilidad de traer a casa a Granit Xhaka, el centrocampista suizo del Arsenal que tanto persiguió el pasado verano, antes y durante la Eurocopa de 2020.
Mourinho, de hecho, también ha remarcado recientemente que la Roma aún carece de ese regista, el que -de hecho- había pedido explícitamente nada más aterrizar en la capital italiana. Jugando con el centro del campo de tres hombres, Mou tendría así parejas, con seis jugadores: Cristante y Xhaka como regostas, Pellegrini, Mkhitaryan, Veretout y Oliveira como centrocampista.
Pero, ¿por qué Xhaka puede volver a ser una opción? En primer lugar porque en la mente de Mourinho sigue siendo el jugador ideal para desempeñar ese papel. Y también porque su presente en el Arsenal no es tan halagüeño como en el pasado. De hecho, Xhaka hace tiempo rompió con la plaza.
Tras el asunto Maitland-Niles, las relaciones entre los dos clubes vuelven a ser buenas y serenas, una fórmula que puede satisfacer a todos, quizás con un pago diferido en el tiempo. Mourinho, eso sí, sigue diciendo que no espera nada, pero también que el mercado aún no está cerrado. Si el registran llegara también, estaría encantado. Y el mercado se convertiría de repente en un mercado realmente importante.